Se trata de una prolongación de la meseta central, orientada hacia el norte de la isla y con forma de lomada. Es tal vez uno de los lugares más aislados y menos frecuentados, pero a la vez más salvajes y bellos de La Gomera.
Al igual que en los Riscos de La Vica, Abrante y La Zula y en la Zona de Conservación Montaña del Cepo, en las Cumbres de Chijeré se hallan formaciones edáficas de gran originalidad por su morfología y cromatismo.
Al carecer de vegetación (la laurisilva fue talada en épocas pasadas), el suelo aparece formando un paisaje de colinas de llamativos colores, perdominando los tonos rojizos.
Por la importancia de los hábitats y especies que alberga, esta zona forma parte de la ZEC Teselinde-Cabecera de Vallehermoso.
Aparte de su interés ecológico, Chijeré encierra interesantes valores históricos y etnográficos, y es un gran balcón natural desde donde observar en toda su amplitud la costa norte de la isla y la cuenca de Vallehermoso. En su extremo norte, desde la Punta de Alcalá, podemos ver la Zona de Conservación Costa de Los Órganos.Prácticamente nulos.